En el
contexto de los festejos del Centenario de Mayo, se realizó en Buenos Aires desde
ese mes hasta el de octubre de 1910 una exposición internacional dedicada al
transporte, la que incluía, desde ya, vehículos ferroviarios. La firma J. G. Brill
Company expuso en ella una serie de coches destinados al Ferrocarril Central
Buenos Aires, cuyo origen tranviario todos conocemos. La reconversión del
Tramway Rural a Vapor exigía la incorporación de material rodante de mayor
tamaño, y el adquirido a Brill cumplía con esas expectativas.
Los coches de la firma Brill en la Exposición Internacional Ferroviaria realizada en Buenos Aires en 1910.
El
Central Buenos Aires, cuyas vías discurrían por una de las zonas agrícolas más
ricas de la Argentina, fue el resultado del esfuerzo y el trabajo de aquel
pionero de la historia del transporte de nuestro país que fue Don Federico
Lacroze. En sus tiempos de tracción a sangre, y bajo el nombre de Tramway
Rural, corrió por sus vías uno de los ejemplares tranviarios más curiosos,
aquel Sleeping Car (coche dormitorio) también construido por Brill en el año
1886.
Frente de los coches, cuyas plataformas estaban completamente cerradas.
Los
coches que hacían su arribo a Buenos Aires para la exposición, habían sido
construidos, en realidad, por una compañía que desde 1906 era subsidiaria de la
Brill, la Wason Manufacturing Co., de Springfield, Massachusetts. Se trataba de
un coche de Primera Clase, uno de Segunda Clase, un Comedor, y un Furgón con
compartimiento para correo, todos ellos con vestíbulo y de iguales dimensiones
y aspecto exterior, destacándose la fineza de la forma de arco en la parte
superior de las ventanas. La estructura del bastidor estaba hecha en acero y roble,
y el cuerpo en madera de pino. Estaban montados sobre bogies Brill 27-E3.
Los
coches de Primera tenían el interior en roble natural, con marquetería descripta
como “de diseño colonial”. El salón estaba dividido en dos compartimientos,
para fumadores y no fumadores, conectados por una puerta batiente doble que, al
igual que las puertas de los extremos, tenía una parte inferior con paneles y
una superior provista de una placa de vidrio biselada y pulida en la que se
destacaba el monograma de la empresa. Los asientos estaban tapizados en color
verde y el piso cubierto con linóleo, mientras que en el frente del salón se
ubicaba un lavabo de porcelana, un tanque de agua fría, espejo, soportes para
cepillos y peines, y ganchos para sombreros y abrigos.
Vista exterior del coche de Primera Clase. El mismo aspecto tenían los de Segunda Clase.
Interior del coche de Primera Clase.
Los
coches de Segunda Clase tenían un acabado interior de roble oscuro y asientos
de listones de madera. Estaba conformado por un solo compartimiento y no
disponía de instalaciones sanitarias ni de suministro de agua. El piso no
estaba cubierto con linóleo pero tenía listones de madera, aparentemente entre
los asientos y en el pasillo.
Interior del coche de Segunda Clase.
El
acabado interior del coche Comedor era en caoba con finos y elaborados detalles
en el sector del salón y más simple en la cocina. Esta última estaba equipada
con todo lo necesario para almacenar y preparar alimentos: refrigerador, cajas
de hielo, fregaderos, hornos, cajas de carbón, armarios para el personal de
servicio, estantes para vajilla, cajones para utensilios de cocina. La despensa
contigua a la cocina tenía armarios, estanterías, cajas de hielo y mesa para
servir.
Vista exterior del Coche Comedor.
Distribución interna.
Vista de la cocina.
El comedor propiamente dicho, estaba compuesto de ocho mesas para
cuatro personas cada una, es decir, para un total de treinta y dos comensales. Entre
el salón y el final del coche había un sector con cajas de hielo para
almacenamiento de vinos y licores, y armarios para depositar los manteles
sucios. En cada extremo del salón había receptáculos para colocar flores y
helechos, además de ganchos en el techo en los que se colgaban cestas, también
para flores y helechos.
Aspecto del salón comedor.
El coche
Furgón tenía un acabado en pino y un tabique, en la misma madera, que separaba
el sector de equipaje del de correo. El primer sector estaba equipado con un
escritorio plegable, un asiento y un estuche para documentos, mientras que el
compartimiento de correo tenía buzones, cajas, estantes, mesa de distribución y
cajones para material especial. En este sector había también un lavabo.
Furgón Correo.
Interior del Furgón.
Lamentablemente, las fotografías del Ferrocarril Central Buenos Aires
son escasas y no he podido hallar una de esta formación en servicio. Quizás en algún momento aparezca una imagen.
Medalla de oro con la que la firma Brill fue galardonada en la Exposición Internacional de Transporte realizada en Buenos Aires en 1910.
Para finalizar, y a modo ilustrativo, esta es la imagen de uno de los pabellones de la Exposición.
Marcelo Pablo Scévola (investigación)
La presente nota es una síntesis de tres artículos aparecidos en la revista Brill Magazine.